Como todos los años del 7 al 14 de julio se celebra la fiesta con más nombre y más internacional española (por lo menos referido a los toros).
Mi punto de vista sobre los encierros de San Fermín es el siguiente: una fiesta sobrevalorada y que ha adquirido fama, no por su calidad, vistosidad, etc., sino por la muerte y fuertes cogidas a americanos y demás extranjeros.
Donde el momento de más emoción es el de los cánticos, porque el encierro es una maratón que se lleva por delante a quien se pone.
Toros muy grandes, con enormes cuernos que son lo único que hace que la gente piense que van a derrotar o al menos mirar a algún mozo. Donde hay más llamadas a la ambulancia por la noche que en el encierro.
Reporteros que mitifican la fiesta, la cual se reduce a gente corriendo delante de unos toros como en tantos otros sitios, pero parece que para correr en Pamplona se necesita un máster o algo por el estilo y quien lo hace se debe preparar durante toda su vida para ello...
Un encierro que apenas dura 2 minutos y en el que no puedes ni cortar ni citar al toro; hasta hay una línea que delimita dónde se puede empezar a correr a los toros. Hay normas para hacerlo...
En definitiva un encierro como otro cualquiera pero que goza de mucha fama, porque, si les gusta a los americanos, a nosotros también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario